[El Tiempo] Cuando se creía que no podría llegar algo más ‘feo’ que los autodenominados ugly sneakers (tenis, literalmente, feos, por su traducción del inglés), nuevamente Demna Gvasalia, director creativo de la casa Balenciaga, tapiza de escándalo a la moda. Las ‘víctimas’ de su estética –para unos, calificada de prosperidad bizarra y para otros, estrategia de mercadeo– volvieron a ser las zapatillas deportivas, entronizadas por él mismo hacia 2018 con su primer golpe de ‘mal gusto’: conjugar una silueta retro del atletismo urbano (los tenis que solo usarían los padres y abuelos de hoy) con plataformas logradas mediante la superposición de dos y hasta tres suelas.